Dios mismo había enseñado a los Tesalonicenses a amarse unos a otros (4.9), y aunque ya amaban a los de Macedonia, Pablo los exhorta a siempre abundar más y más en amor (4.10) Pablo se animó cuando escuchó que los Tesalonicenses seguían en amor (3.6) Pablo ora "Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes." (3.12, NVI) Mostramos amor y bondad no solamente entre Cristianos sino también a los demás (3.12, 5.15) El amor inspira la labor, según 1.3. El amor es como una coraza en la armadura de un Cristiano (5.8) Ejemplos de la conducta de personas que aman a sus hermanos: