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1. Para animarlos a mantenerse firmes en la persecución

Pablo menciona las acciones de gracia que él da a Dios por ellos

  • "Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás." (1.3)

Pablo menciona la manera en que los alaba cuando habla de ellos en las demás iglesias

  • "Tanto es así que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis." (1.4)

Pablo les explica que su fidelidad bajo persecución mostrará la justicia de Dios, y los hará dignos de recibir entrada al reino de Dios:

  • "Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis." (1.5)

Pablo les enseña que ellos recibirán alivio en la segunda venida, y la fidelidad de ellos glorificará a Cristo en su segunda venida:

  • "mientras que a vosotros, los que sois atribulados, daros reposo junto con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder," (1.7)
  • "cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron; y vosotros habéis creído en nuestro testimonio." (1.10)

Pablo les enseña que Dios juzgará a sus perseguidores en la segunda venida de Cristo:

  • "Es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan..." (1.6)
  • "cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Estos sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder..." (1.7-9)

Pablo los asegura de sus oraciones por ellos, y les recuerda que es Dios quien los hara dignos de su vocación. Si ellos logran cumplir sus propósitos de hacer el bien y si logran hacer buenas obras de fe, es por el poder de Dios (1.11) y por la gracia de Dios y de Cristo (1.12).

  • "Por esta razón también oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder. Así el nombre de nuestro Señor Jesucristo será glorificado en vosotros y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo." (1.11-12)

Pablo les asegura que Dios es fiel y les guardará del maligno.

  • "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal." (3.3)

Pablo les recuerda que Dios Padre y Cristo nos han dado ejemplo de amor y paciencia bajo persecución:

  • "Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios y a la paciencia de Cristo." (3.5)

2. Para animarlos a no agitarse por pensar que la venida de Cristo ya llegó

Pablo les explica que ciertas cosas tienen que suceder antes de la segunda venida:

El hombre de pecado tiene que aparecer primero:

  • "pues no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto, que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros os decía esto?" (2.3-5)
  • "Y entonces se manifestará aquel impío, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida." (2.8)

Y para que el hombre de pecado aparezca, la fuerza o persona que detiene su aparición tiene que ser removido:

  • "Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio." (2.6-7)

Pablo hace un contraste entre los que serán engañados en los últimos tiempos, y los Tesalonicenses, que no se engañan porque Dios los ha llamado a creer la verdad:

Los que serán engañados en el día final:

  • "El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." (2.9-12)

Los Tesalonicenses:

  • "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." (2.13-14)

Pablo ora para que Dios les de consuelo:

  • "Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones y os confirme en toda buena palabra y obra." (2.16-17)

3. Para animarlos a responder al problema de la flojera

Pablo les recuerda de la enseñanza que les dio cuando estuvo con ellos:

  • "que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros." (3.6)
  • "Y cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." (3.10)

Pablo les recuerda del ejemplo que les dio cuando estuvo con ellos:

  • "Vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos, pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros ni comimos de balde el pan de nadie. Al contrario, trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviéramos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo que podéis imitar." (3.7-9)

Pablo enfatiza la importancia de esto, usando vocabulario de órdenes, y apelando a Jesucristo como su Señor:

  • "Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (3.6)
  • "mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo" (3.12)