En capítulo dos, Jezabel es una madre (2.23). La ramera de capítulo 17 es llamada una madre (17.5). Ambas mujeres son asociadas con figuras del pasado de Israel: Jezabel en cap. 2 y Babilonia en cap. 17. Ambas llevan a otros por mal camino (2.20, 18.23). Ambas se describen como agentes activas, no como víctimas pasivas. Ambas se describen como sexualmente activas (2.20-22, 17.2, 17.4). Ambas mujeres comen comida que las contamina: Jezabel come lo sacrificado a ídolos en 2.20 (es implícito). La ramera bebe sangre humana en Apocalipsis 17.6. Hay una predicción de ambas mujeres (2.22, 17.6) Fuente: Ben Witherington, Revelation. (Cambridge University Press, 2003), 75.