«...un elemento de agresividad es esencial para una buena discusión, para una competición sana y para los juegos, para tomar la iniciativa en el rol de líder, para conquistar al ser amado, y aun para hacer el amor.» «...el llamado a los cristianos es santificar la agresión, no a reprimirla.» - Wolters, La creación recuperada (93).