Las palabras del 'predicador' fueron editadas por un redactor final, que escribió una introducción breve en 1.1-2 y una conclusión en 12.8-14.

El redactor de Eclesiastés indica el comienzo y la conclusión de las palabras del predicador por medio de un inclusio, es decir, la repetición de las mismas palabras, en 1.2 y 12.8:

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. (1.2)

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad. (12.8)

Eclesiastés 1.3-11 es una sección distinta, que relata observaciones generales acerca de la creación. En cambio, 1.12 empieza una sección larga donde el autor es el sujeto de las oraciones.

Eclesiastés 1.12-2.26 es una sección distinta, que se trata del proyecto del autor de examinar la sabiduría, el placer y el trabajo, para ver si dan sentido a la vida o si producen algo nuevo. 2.24-26 es la conclusión del autor en cuanto a su proyecto. Se indica abajo con letras negritas los tres temas de sabiduría, placer y trabajo que aparecen en esta conclusión.

No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. (2.24-26)

Eclesiastés 3.1-8 es una sección rítmica que dice que hay un tiempo preciso para cada actividad. Debe notarse que 3.17 repite esta idea y la conecta al día en que Dios juzgará a la humanidad.

Eclesiastés contiene dos colecciones de dichos cortos (similares a proverbios), en 6.10-8.1 y 10.1-11.6.

Eclesiastés 11.7-12.7 es una sección distinta, dirigida a los jóvenes.