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Todos queremos que las personas nuevas se sientan bienvenidas entre nosotros en el culto. Pero es inevitable que la persona que visita por primera vez a un culto cristiano se sienta como si entrara a un país extranjero, con otras costumbres y otro idioma. ¿Cómo podemos disminuir la ansiedad de los visitantes cuando vienen a nuestros cultos? Abajo hay una pequeña lista de ideas.

Una iglesia puede:

  • Dar la bienvenida a las visitas durante el culto sin ponerlos bajo presión inecesaria (p. ej. no obligarlos a pasar al frente).
  • Enseñar a los miembros de la iglesia a que saluden y conversen con personas nuevas antes y/o después del culto en vez de ocuparse solo con amigos y familiares.
  • Asignar a alguien para que ayuden a que las personas nuevas encuentren citas bíblicas e himnos.
  • Tener Biblias disponibles para las visitas que vienen sin Biblia.
  • Tener himnarios disponibles o proyectar la letra de los cantos.
  • Si hay elementos del culto que los miembros han aprendido y recitan de memoria (p. ej, un versículo o canto para la ofrenda, una doxología, el credo de los apóstoles, un himno que no aparece en el himnario, etc), la iglesia puede hacer todo lo posible para que las visitas tengan acceso a las palabras, anunciando su lugar en el boletín o himnario, proyectando las palabras, etc. Obviamente esto requiere preparación de antemano de parte del que dirige el culto.
  • Explicar que la ofrenda es voluntaria y que las visitas solo deben ofrendar si Dios les mueve para hacerlo.
  • Explicar por qué hacemos las diferentes partes del culto (p. ej. la bendición final o la doxología).
  • Eliminar insultos y comentarios inecesariamente ofensivos acerca de otras religiones en el sermón. Puede ser que un visita sea de otra religión y salga ofendida, no por el evangelio, sino por la actitud insensible del predicador. Nosotros predicamos el evangelio con denuedo y refutamos errores, pero lo debemos hacer en un espíritu de respeto y compasión para los que estamos corrigiendo.
  • Evitar o explicar palabras o frases que las visitas no conozcan.
    • Términos doctrinales (p. ej. la justificación)
    • Frases del vocabulario cristiano común
  • Asegurar que el culto sea accesible para personas discapacitadas.