Comentarista Gordon Fee dice que la segunda mitad del libro de Éxodo gira alrededor del tema de la presencia de Dios:
- Cuando Israel llega al Monte Sinaí, sólo Moisés puede acercarse a la presencia de Dios. Israel tiene temor de acercarse a Dios y tiene que guardar su distancia (19.9-25, 20.18-21, 24.2).
- Dios planea trasladarse del monte y morar con su pueblo por medio de un tabernáculo, y da sus instructivos para su construcción (capítulos 25-31).
- Pero los Israelitas pecan (capítulo 32), adorando al becerro de oro, y Dios anuncia que su presencia no irá con Israel, sino sólo un ángel:
- «y yo enviaré delante de ti el ángel...pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.» (33.2-3, Reina Valera 1960)
- Moisés intercede, diciendo:
- «Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?» (Éxodo 33.15-16, Reina Valera 1960)
- Dios concede la petición de Moisés, y el libro termina con la construcción del tabernáculo (capítulos 35-40), y la gloria de Dios llena el tabernáculo en 40.35.
Fuente: Gordon Fee, To What End Exegesis? (Grand Rapids: Eerdmans, 2001), 274-275.