En general, debemos adoptar una estrategia de optimismo acerca de nuestras creencias actuales. Debemos tener fe. Sin embargo, eso no quiere decir que la duda en sí es algo negativo. Desafortundamente hay muchos Cristianos que asumen que si la fe es buena, entonces toda duda es mala. No debemos desconfiar de Dios, o dudar de su Palabra. Pero tampoco debemos confiar demasiado en nuestra interpretación de su Palabra. Cuando cuestionamos nuestras creencias e interpretaciones con el propósito de examinarlas bien y compararlas con la Biblia, no estamos dudando de Dios sino asegurando que entendemos las Escrituras que él nos ha dado. Podemos llamar este tipo de duda una 'duda estratégica.'A favor
En contra
Una estrategia sana - "La fe en búsqueda del conocimiento"
El valor de las dudas para el filósofo