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¿Cómo definimos el tiempo?

Agustín dijo esto acerca de la definición del tiempo: «Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé.» ¿Y tú? Antes de ver una definición abajo, ¿cómo definirías el tiempo?

Aristóteles dio esta definición del tiempo: la medida que usamos para marcar el cambio y el movimiento en las cosas que cambian y se mueven. (liga)

  • Usamos movimientos regulares para medir otros movimientos más variables.
  • Aristóteles también dijo, "Medimos el movimiento por el tiempo, pero también medimos el tiempo por el movimiento." Es decir, por un lado, una acción es larga si toma mucho tiempo,. Pero por el otro lado, el tiempo es largo si incluye una acción larga.
  • Podemos decir, con base en Aristóteles, que el tiempo es la comparación de movimientos. Tomamos un movimiento regular y confiable (por ejemplo, en tiempos antiguos, medían la sombra producida sobre un reloj solar por el movimiento del sol durante el día) y usamos este movimiento para medir la longitud de los de más movimientos. Aristóteles compara este proceso con el de usar la medida del codo como base para medir las demás cosas.
  • Entonces, no es cierto que el tiempo cambia todo, sino que el tiempo mide el cambio que ocurre.
  • Aristóteles dijo que las cosas que nunca cambian (p.ej., "Dios" o "la idea del número 5") no existen dentro del tiempo, porque no hay ningún cambio que podemos medir en ellos. Son eternos.
  • Podemos aplicar el tiempo a las cosas aún cuando están descansando y no mueven. Estamos midiendo la distancia entre sus movimientos en comparación con el movimiento que estamos usando como medida (p. ej. "El perro no movió por tres horas" quiere decir que entre los dos movimientos del perro hubo tres movimientos horarios del reloj).

¿El tiempo es lineal o circular?

Nuestras culturas occidentales y modernas, que enfatizan la historia, el desarrollo, el progreso, etc, dicen que el tiempo es lineal.

Pero varias culturas antiguas, que enfatizaban los ciclos de día y noche, ciclos lunares, estaciones y años, y el ascenso y descenso de las naciones, decían que el tiempo es circular, y que la historia siempre volverá a su inicio y empezará de nuevo.

En Eclesiastés 1.4-10 vemos algo que se aproxima al concepto del tiempo circular:

Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.

Algunos pensadores han dicho que el concepto lineal del tiempo tiene su origen en el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento concibe la historia del mundo avanzando hacia una época final, un reino eterno cuando Dios pondrá todas las cosas en órden, y cuando Dios será supremo sobre las naciones.

Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre (Daniel 2.44)

¿El tiempo existe?

Por un lado, parece que el tiempo no existe:

  • El futuro todavía no existe.
  • El pasado ya no existe.
  • El momento presente siempre cambia. Apenas aparece y se va, dejando el siguiente momento en su lugar. El filósofo francés André Comte-Sponville dice que el presente es «la desaparición del futuro en el pasado» y «un relámpago entre dos noches.» (Invitación 129). También dice, «...este presente sólo llega, como presente, en el mismo instante en que cesa.» (ibid, 131)

Técnicamente el pasado y el futuro sólo pueden existir para nosotros en el presente: recordamos el pasado en el presente, y soñamos con el futuro en el presente.

Por otro lado, algunas teologías dicen que el tiempo siempre existe, como un camino, y nosotros avanzamos sobre este camino.

Los filósofos y teólogos hablan de dos teorías del tiempo:

  • Teoría A: el presente existe, y el pasado y el futuro no existen.
  • Teoría B: la experiencia de pasado-presente-futuro es una ilusión, y todos los momentos en el tiempo son eternos.

El tiempo es objetivo o sujetivo?

Parece que el tiempo es objetivo, predecible, regular: el ver un reloj, vemos que los segundos y minutos avanzan de manera regular y rítmico.

Pero todos hemos experimentado la sujetividad del tiempo:

  • Cuando sufrimos, un tiempo breve parece una eternidad.
  • Y cuando nos divertimos, el tiempo vuela rápidamente.

¿La fortuna o la casualidad?

Algunas religiones y filosofías dicen que nuestro futuro está decidido, que está escrito en las estrellas. Hablan de la fortuna, la suerte, la fortuna. Algunos Cristianos enfatizan la predestinación, la elección y la soberanía de Dios de una manera que parece encerrar al ser humano a un futuro completamente decidido.

Esta manera de describir la teología parece eliminar la posibilidad del libre albedrío y la responsabilidad etica del ser humano: si no podemos decidir los actos que haremos en el futuro, no somos responsables de ell0s. Esta idea minaría

Otras religiones y filosofías dicen que nuestro futuro es cuestión de casualidad, es «al azar», completamente impredecible y abierto al cambio. Ni un dios puede saber el futuro hasta que llegue, porque el presente es una sopa de sucesos accidentales que produce un futuro desconocido e imposible de controlar. La teología llamada el «deísmo abierto» es un ejemplo de este tipo de teología.

Esta manera de describir el futuro parece limitar la soberanía y el poder de Dios y contradecir cualquier número de textos bíblicos.

¿Son posibles los viajes en el tiempo?

Las películas de ciencia ficción imaginan la habilidad de viajar a través del tiempo. El problema con la idea de viajar al pasado es que implica que podemos hacer cambios a nuestro pasado. Un ejemplo es lo que se llama la paradoja del abuelo: Y si cambiamos el pasado, eso cambiará el presente también. Si viajáramos al pasado y matáramos a nuestro abuelo cuando era niño, ¿cómo podríamos nacer en el futuro? La fuente de nuestra existencia ya no existiría para impulsar nuestra existencia.

Los eruditos dicen que podemos discernir tres distintas teorías acerca del tiempo en estas películas:

  • Películas como Doce monos, El planeta de los simios, y El terminador presentan una teoría llamada el tiempo fijo. Ellas dicen que sería imposible cambiar el futuro. El tiempo es fijo y no se cambia. Eso implica que los viajeros al pasado crean un bucle infinito, donde nunca había un pasado al cual nunca llegaron.
  • Películas como Volver al futuro presentan una teoría llamada el tiempo dinámico. Dicen que sí podemos cambiar el futuro. Y eso implica que sí podríamos crear la paradoja del abuelo, y que dejaríamos de existir.
  • Películas como Viaje a las Estrellas (versión 2009) y Terminador 2 y 3 presentan una teoría llamada el multiverso. Estas películas dicen que cuando viajamos al pasado y cambiamos el pasado, abrimos una división en el tiempo. donde ahora hay dos futuros: el futuro de donde vinimos, y el nuevo futuro que creamos. Ya que estamos en el nuevo futuro, no hay manera de regresar al futuro de donde vinimos. (liga)

El tiempo en la Biblia

El Nuevo Testamento usa dos palabras para el tiempo:

  • χρόνος es la palabra general para una extensión de tiempo cronológico.
  • καιρός se refiere a un momento oportuno, un momento decisivo.

Por un lado, la Biblia habla en términos que se conforman a nuestra experiencia humana. La Biblia habla acerca del pasado, el presente y el futuro. La Biblia usa términos como el siglo presente y el siglo venidero. Dios actúa dentro del tiempo. Tiene planes y los lleva a cabo a través de la historia. Y la Biblia presenta una narrativa lineal, con un inicio y una conclusión en el futuro.

Por otro lado, la Biblia introduce algunos elementos que parecen contradecir nuestra experiencia del tiempo.

  • 2 Pedro 3.8 y otros textos similares dicen que «para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.» Parece que Dios experimenta el tiempo de una manera radicalmente diferente que la experiencia humana.
  • Las profecías acerca del futuro y su cumplimiento implican que Dios puede ver el futuro y contarnos en el presente lo que pasará en el futuro.
  • Los textos bíblicos que hablan de la predestinación, la elección y la soberanía de Dios dan la impresión que Dios no solo ve el futuro sino que lo controla. Que Dios decide el futuro.

Los teólogos cristianos han luchado con estos temas. Hablando en general, podemos decir lo siguiente:

  • Algunas de las teologías que han producido favorecen la experiencia humana, y reinterpretan la Biblia para que se conforme a la experiencia humana.
  • Y otras teologias favorecen el texto bíblico y reinterpretan la experiencia humana para que se conforme a lo que dice la Biblia.

Teólogos antiguos como Agustín y Boecio influenciaron la tradición de la iglesia con su doctrina que Dios es eterno: es decir, Dios existe fuera del tiempo y no está confinado por el tiempo. Dios ve el pasado, el presente y el futuro como s fueran un solo instante, y desde la perspectiva divina, todas las acciones de Dios son al mismo tiempo. Ya vimos la definición de Aristóteles, que el tiempo es la medida del cambio en las cosas que cambian y se mueven. Pues la teología del Dios eterno dice que Dios literalmente no cambia y tampoco se mueve.

  • Con esta doctrina, Agustín y Boecio podrían hallar una solución al dilema entre la preciencia de Dios y el libre albedrío. No es que Dios ve nuestras decisiones futuras antes de que las tomamos, encerrándonos en un futuro no cambiable. Sino que Dios ve toda la historia al mismo tiempo, y todas las decisiones que él ve son decisiones tomadas libremente.
  • Hubo una dificultad que se creó con esta doctrina: la idea de un Dios inmovible, incambiable es muy distinto al Dios que encontramos en la Biblia, que se mueve, que expresa emociones, y actúa en el tiempo. Los teólogos tradicionales dicen que todo este lenguaje bíblico es antropomórfico: que la Biblia describe a Dios en términos humanos como un ser que mueve y actúa en el tiempo, pero Dios en realidad es muy distinto, y no puede ser movido.
  • Algunas teologías rechazan este concepto de la eternidad, e insisten que Dios es eterno sólo en el sentido de que vive desde siempre y para siempre.

Otras implicaciones de la doctrina de la eternidad de Dios:

  • Dios existe, pero no existe en ningún momento específico, como nosotros, sino en todo momento a la vez.
  • Dios no experimenta los momentos sucesivamente sino todos a la vez.
  • Desde la perspectiva de Dios, él escucha nuestras oraciones y las contesta al mismo tiempo, como un solo acto.
  • De igual manera, desde la perspectiva divina, Dios profetiza y cumple con su profecía al mismo tiempo, como un solo acto.

En sus contexto, las palabras en Apocalipsis 10.6 («el tiempo no sería más») son de un ángel que jura que ya no habrá más tiempo para la humanidad antes de las últimas plagas. Pero algunos pensadores, incluyendo al filósofo Immanuel Kant, entendían este versículo de manera equivocada. Creían que el tiempo dejaría de existir.

La explosión del interés cronológico en el siglo XIX

En el siglo XIX encontramos el desarrollo de muchas perspectivas históricas que antes no existían:

  • El desarrollo del estudio de la historiografía moderna
  • Un interés en el desarrollo histórico de las doctrinas y las ideas
  • La teoría de la evolución, que planteaba que la vida biológica se ha vuelto cada vez más compleja, empezando con células y llegando a su cima con el ser humano.
  • Las filosofías de Hegel y Marx, que veía la historia universal como una lucha entre factores opuestos (tesis y antítesis) que algún día llegaría a una síntesis final.
  • Los sistemas teológicos llamados el dispensacionalismo y la teología de los pactos. Ambas teologías distinguen diferentes etapas en la historia de la salvación.
  • El posmilenialismo, que dice que la iglesia está mejorando al mundo, y que la iglesia producirá un período de prosperidad y paz llamado el milenio, antes de la segunda venida de Cristo. Ligado con el posmilenialismo, había un optimismo acerca del éxito las misiones cristianas. Muchos creían que la evangelización del mundo iba a cumplirse por completo dentro de su propia generación.
  • Un optimismo que la tecnología humana y la revolución industrial iba a transformar el mundo en una utopía.
  • La idea en el estudio de las religiones que dice que la religión se ha evolucionado, del politeísmo (considerado inferior) al monoteísmo (considerado superior).
  • La idea que las razas humanas se han evolucionado de las «razas inferiores» a la «raza superior» (la raza caucásica).

No todas estas ideas son buenas, pero todas tienen en común un énfasis en la cronología, y en un movimiento histórico desde un principio hacia un fin mejor.

Orientaciones temporales

Philip Zimbardo desarrolló una teoría que hay seis orientaciones temporales:

  • Orientacion hacia un pasado negativo: algunos están atrapados en un pasado que los aflige: sienten culpabilidad por algún error o pecado que cometieron, o traumatizados por algún suceso en su pasado.
  • Orientacion hacia un pasado positivo: algunos viven en un pasado que extrañan: una nostalgia por logros o momentos de antaño cuando estaban felices. Una cultura entera puede anhelar regresar a su Edad de Oro.
  • Orientacion hacia un presente predeterminado: algunos se sienten atrapados en una situación actual que pueden cambiar.
  • Orientacion hacia un presente hedonista: algunos viven por el momento, por los placeres de corto plazo.
  • Orientacion hacia un futuro secular: algunos viven para metas y objetivos que tienen para el futuro. Se enfocan en una gratificación retrasada.
  • Orientacion hacia un futuro religioso: algunos pasan su tiempio preparándose para una vida después de la muerte.

Otro elemento en la teoría de Zimbardo es este: Zimbardo dice que las culturas que viven en los climas tropicales más cerca del ecuador son más inclinados hacia el presente, porque su clima es similar todo el año. Cada día es un día como hoy. Pero las culturas que viven más cerca de los dos polos son más inclinados hacia el futuro, porque el cambio de clima y el frío en el invierno los enseña que es necesario vivir de manera más austera y guardar comida para el invierno cuando no hay cosechas. (Fuente: Algarabía 98, 2012).

Parece al presente autor que no hay una categoría ideal, sino que lo ideal es un equilibrio sano entre el pasado, el presente y el futuro.

El presente autor pregunta si estas categorías de Zimbardo podrían servirse para analizarnos a nosotros - ¿cuál es nuestra tendencia principal? - y analizar iglesias y movimientos cristianos.

  • Ciertas denominaciones se enfocan en sus confesiones de siglos pasados, sus tradiciones de antaño, y su herencia doctrinal, y son negligentes cuando se trata de cambiar su contexto actual o trabajar para metas para el futuro.
  • Otras denominaciones se enfocan tanto en sus especulaciones escatológicas acerca del futuro que no tienen confianza en lo que pueden lograr con la ayuda de Dios en el presente.
  • Otras denominaciones se enfocan tanto en su labor social y lo que quieren lograr para el futuro, que se olvidan de sus raíces en el pasado: Cristo, la teología, la iglesia y sus tradiciones eclesiásticas llegan a descuidarse.
  • Algunas iglesias enfrentan eventos traumáticos - por ejemplo un escándalo - y décadas después todavía están viviendo atrapados, bajo la sombra del pasado.

Algunos dicen que debemos «vivir en el instante.» Comte-Sponville dice que eso sería «renunciar a la memoria, a la imaginación, a la voluntad.» (138) Él cita con aprobación a Séneca («El mayor obstáculo de la vida es la espera. Todo lo que ha de llegar más tarde es incierto. vive ahora.»), y distingue entre vivir en el instante y vivir en el presente:

«¿Vivir en el instante? Imposible. ¿Cómo podrías entonces preparar un examen o tus vacaciones, mantener tus promesas, construir una amistad o un amor? ¿Vivir en el presente? Es el único camino...El presente es el único lugar de la acción, el único lugar del pensamiento, el´único lugar, incluso, de la memoria y de la espera.» (141)

¿Dónde pasas más tiempo en tu mente? ¿En el pasado, el presente o el futuro? ¿o hasta en fantasías completamente desconectadas del tiempo?

  • Leer libros y ver programas de los medios de comunicación es atender a voces del pasado (con la excepción de los programas en vivo).
  • Leer la Biblia y las confesiones, aprender de los hechos de Dios y la historia es enfocarnos en el pasado.
  • Recordar los viejos tiempos es pasar tiempo en el pasado.
  • El trabajo, el recreo y la conversación con otras personas son actividades del presente.
  • Escribir, ensayar, y hacer planes son actividades orientadas hacia el futuro.
  • Estudiar la escatología es pensar en el futuro.
  • Soñar con fantasías imposibles es salir de la realidad y no atender ni al pasado, ni al presente, ni al futuro.

Cuando decimos que nos falta tiempo, estamos hablando del futuro. «es lo que llamamos urgencia: cuando uno ya no tiene tiempo delante de sí...» (Comte-Sponville, 133)

Fuentes: Evangelical Dictionary of Theology, Comte-Sponville, New Dictionary of Theology, http://plato.stanford.edu/entries/time/