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El debate

Hechos 15 se trata de un debate entre Pablo y algunos Cristianos de ascendencia judía (que llamaremos judaizantes). Ellos debatían la necesidad o no de los Gentiles (personas no judías) de ser circuncidados para ser aceptados por Dios. (La circuncisión es una cirugía donde se remueve el prepucio, la piel que cubre el órgano reproductivo de los varones.)

  • Los judaizantes insistían que «A menos que ustedes se circunciden, conforme a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos» (15.1) y «Es necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que obedezcan la ley de Moisés» (15.5). Los judaizantes afirmaban esta posición con apoyo en Génesis 17: la circuncisión fue el rito que Dios instituyó con Abraham para distinguir los miembros del pueblo del pacto y las personas fuera de este pacto.
  • En cambio, Pablo enseñaba «que nadie es justificado por las obras que demanda la ley sino por la fe en Jesucristo» (Gálatas 2.16). Pablo también apelaba a Génesis y a Abraham: «Por lo tanto, sepan que los descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe. En efecto, la Escritura, habiendo previsto que Dios justificaría por la fe a las naciones, anunció de antemano el evangelio a Abraham: «Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones.» Así que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham, el hombre de fe». (Gálatas 3.7-9)

El primer concilio universal de la iglesia

Los judaizantes llevaron su doctrina a la iglesia en Antioquía, y fueron opuestos fuertemente por Pablo y Bernabé. La iglesia decidió enviar a Pablo y Bernabé a Jerusalén para consultar con los apóstoles y ancianos. Estos líderes convocaron lo que podemos llamar "el primero concilio universal de la iglesia" para mediar el conflicto.

La importancia del concilio

Hechos 15 y la decisión del concilio son el eje alrededor del cual todo el libro de Hechos gira.

  • En los capítulos anteriores vemos la expansión del evangelio primero a los Samaritanos y, empezando con capítulo 8, a los Gentiles. La conversión de estos últimos provocó la necesidad de tomar una decisión sobre los requisitos su inclusión en el pueblo de Dios.
  • La rápida aceptación del evangelio de parte de los Gentiles en el resto de Hechos dependió de la decisión del concilio. Podemos decir que si el concilio hubiera exigido la circuncisión de todos los Cristianos Gentiles, la iglesia habría permanecido nada más que una secta del Judaísmo en lugar de llegar a ser una religión mundial.

La relación entre Hechos 15 y el libro de Gálatas

Los comentaristas debaten la relación cronológica entre Hechos 15 y el libro de Gálatas. Algunos intérpretes (p. ej. Kistemaker) dicen que la visita de Pablo a Jerusalén para este concilio es la visita que Pablo menciona en Gálatas 2. El presente autor prefiere la interpretación de otros comentaristas (p. ej. Bruce, Marshall, Longenecker), que dicen que Gálatas fue escrita antes del concilio de Hechos 15, y que la visita a Jerusalén mencionada en Gálatas 2 es la que se menciona en Hechos 11.30.

Para el presente autor, si Gálatas se hubiera sido escrita después del concilio, Pablo habría mencionado el veredicto del concilio en su carta, porque ese veredicto apoyaba su argumento.

La fecha del concilio

Los comentaristas por lo menos se coinciden en decir que el concilio de Hechos 15 se convocó en el año 49 d.c.

La estructura del capítulo

Podemos dividir Hechos 15 de la siguiente manera:

  • 15.1-6: El trasfondo detrás del concilio
  • 15.7-11: El discurso de Pedro
  • 15.12: Un breve resumen del discurso de Pablo y Bernabé
  • 15.13-21: El discurso de Jacobo
  • 15.22: La decisión del concilio
  • 15.23-29: La carta a los Cristianos Gentiles
  • 15.30-35: Los resultados de la decisión

Los Fariseos

Aunque los Fariseos frecuentemente son los adversarios de Jesús en los Evangelios, y aquí en v. 5 parecen oponerse a Pablo, no debemos pintar a los Fariseos como los malos de la película. Parecen ser distintos a los judaizantes que llegaron a Antioquía en v. 1.

  • Debemos notar Pablo insistía repetidamente que él era Fariseo (no un ex-Fariseo), aún como Cristiano (Hechos 23.6, Filipenses 3.5). Asi que no hay una contradicción necesaria entre las creencias fariseas y las creencias cristianas. El problema con los Fariseos era la hipocresía de muchos de ellos, no su doctrina.
  • Además, aquí en Hechos 15 es implícito que los Fariseos de Jerusalén en v. 5 son parte del concilio, y este concilio llegó a una decisión unánime (15.22, 15.25). Parece que los Fariseos de v. 5 fueron convencidos por los argumentos presentados por otros.

El sorprendente apoyo que Pedro da a Pablo

En Gálatas 2 leemos que Pablo tuvo que reprender a Pedro porque Pedro rehusó comer con los Cristianos Gentiles cuando llegaron algunos Cristianos Judíos de Jerusalén. Pablo no menciona en Gálatas 2 si Pedro aceptó o no la corrección de Pablo. Pero aquí en Hechos 15 vemos que Pedro apoyó la posición de Pablo en su discurso. Parece que las palabras de Pablo en Galacia tuvieron un efecto positivo en el corazón de Pedro.

La purificación de los Gentiles

En Hechos 15.9 Pedro dice que Dios purifica a los corazones de los Gentiles por medio de la fe. Esta afirmación responde al énfasis de los judaizantes y los Fariseos de la necesidad de la purificación. Pero donde ellos decían que la circuncisión purificaba a los Gentiles, Pedro dice que Dios usa la fe para hacerlo.

¿Fue la ley una carga para los Judíos?

Hay una tensión entre Hechos 15.10 y otras partes de la Biblia. Pedro, hablando de la ley, dice «¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?» Podemos notar que la carta del concilio también habla tres veces de querer reducir la carga de los Gentiles, en 15.19, 15.24, y 15.28.

Por un lado, hay varios textos del Nuevo Testamento que apoyan la idea que la ley era una carga o un yugo pesado:

  • «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.» (Mateo 11.28-30)
  • «Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.» (Mateo 23.4, y su paralelo en Lucas 11.46)
  • «Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.» (Gálatas 5.1)

Sin embargo, mucho del canon bíblico afirma que la ley es buena, y que los Judíos la consideraban una fuente de gozo. Basta mencionar los muchos cumplidos que Salmo 19 y Salmo 119 dan a la ley.

Podemos concluir que la ley en sí es buena, pero cuando los Judíos trataron de usarla para ser justificados delante de Dios, descubrían su propia inabilidad de cumplir con la ley, por culpa de sus pecados, como dice Gálatas 3.10: «Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: "Maldito sea el que no permanezca en todas las cosas escritas en el libro de la Ley, para cumplirlas".» Así que la ley que Dios hizo buena llegó a ser una carga o un yugo difícil sobre sus hombros. Pablo describe esta tensión a lo largo en Romanos 7.

Pedro suena como Pablo

Robert Wall nota la similitud entre las palabras de Pedro en su discurso en Hechos 15 y la doctrina que encontramos en Romanos:

  • La descripción de Pedro como portavoz de buenas nuevas a los Gentiles en Hechos 15.7 es similar a la descripción de Pablo como ministro a los Gentiles en Romanos 1.5.
  • La investigación divina del corazón humano en Hechos 15.8 es similar a lo que dice Pablo en Romanos 8.27.
  • La imparcialidad de Dios en Hechos 15.9 se menciona en Romanos 2.11 y 3.22.
  • El énfasis en la fe en Hechos 15.9 es un tema importante en Romanos.
  • La imposibilidad de cumplir con la ley en Hechos 15.10 es una doctrina paulina notamos en el punto 10 arriba.

Nuestra despedida de Pedro

Hechos 15.14 es la última mención de Simón Pedro en el libro de Hechos. No aparece en el resto del libro.

El cambio sútil de tema

Ya vimos que el debate inicial fue sobre la necesidad o no de la circuncisión para los Gentiles: ¿Los Gentiles necesitan convertirse en Judíos para ser salvos? Pero en el discurso de Jacobo y en la carta que sigue, la circuncisión de los Gentiles ni se menciona. Tampoco se menciona la palabra 'ley.'

El discurso de Jacobo y la carta que el concilio escribe se enfocan en cuatro cosas que los Cristianos Gentiles pueden evitar para ser sensibles a los escrúpulos de los Judíos y no escandalizar a los Cristianos Gentiles, y así promover la unidad y la armonía entre los dos grupos. Es un cambio significativo de tema.

Dando vuelta a Deuteronomio

En Hechos 15.14 Jacobo dice, «Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de ellos pueblo para su nombre.» Algunos comentaristas notaron que esto parece ser una alusión a Deuteronomio 14.2, que dice, «Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la tierra. » Pero donde Deuteronomio dice que Dios sacó a Israel de las naciones para formar un pueblo separado de ellas, Jacobo dice lo contrario: que Dios está en el proceso de elegir a su pueblo, tomando personas de las naciones mismas.

La problemática cita bíblica en Hechos 15.16-18

Jacobo cita a Amós 9.11-12 en Hechos 15.16-18. Pero si se compara Hechos 15 con el texto de Amós 9, el lector encuentra varios cambios significativos:

  • «En aquel día» en Amós se convierta a «Despúes de esto» en Hechos.
  • La frase «para que ellos posean el remanente de Edom y todas las naciones que llevan mi nombre » se cambia a «para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre» en Hechos.
  • La frase «el SEÑOR, que hará estas cosas» se cambia a «el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos» en Hechos.
  • Además, podemos añadir esta curiosidad: Jacobo dice que citará «las palabras de los profetas» (nota el plural) pero solo cita a una palabra de un profeta.

En defensa de Jacobo, podemos notar las siguientes cosas, tomando los problemas en órden inverso:

  • No es problema que Jacobo ha citado a un solo profeta (singular) después de mencionar las palabras de los profetas (plural). Su punto es esto: «Lo que Simón Pedro testificó concuerda con el testimonio que nos dejaron los profetas en sus escritos. Este testimonio aparece en esta cita de Amós.»
  • La frase «el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos» en Hechos 15.18 no necesariamente es parte de la cita bíblica. Jacobo está diciendo que esta cita de Amós demuestra que el Señor ya indicó la inclusión de los Gentiles desde tiempos antiguos, en el tiempo de Amós.
  • Los cambios notables entre Amós 9.12 y Hechos 15.17 son más difíciles de justificar. Sin embargo podemos notar lo siguiente:
    • La lectura de Amós 9 en la Septuaginta (la traducción del Antiguo Testamento al griego) es más cercana a Hechos 15 que al texto hebreo que tenemos. Y se ha encontrado una copia de Amós en los rollos del Mar Muerto que se acerca aún más a la versión que encontramos en Hechos 15. Así que estamos hablando de un versículo de Amós que tiene múltiples versiones en hebreo. Parece que la versión que tuvo Jacobo era la lectura original. Y es fácil ver por qué las diferentes lecturas hebreas surgieron:
      • (La palabra Edom (אֱדוֹם, edom) y la palabra para «los hombres» o «la humanidad» (אָדָֽם, adam) parecían idénticos en hebreo antiguo, que no usaba vocales.
      • La palabra hebrea para tomar posesión (יִֽירְשׁ֜וּ, yaras) solo tiene una letra de diferencia de la palabra para buscar (יִֽדרְשׁ֜וּ, daras).
  • La diferencia entre «En aquel día» y «Despúes de esto» en este contexto es insignificativa. El punto de ambas frases es que estas cosas pasarían/pasaron en tiempos posteriores a los tiempos de Amós.

El significado de la cita de Amós 9 en Hechos 15

Ya que justificamos a Jacobo por su extraña manera de citar a Amós 9, tenemos que intrepretar el significado de la cita como aparece en Hechos 15.

Resulta ser una profecía de que Dios restaurará el tábernaculo de David, con el propósito de abrir la posibilidad de que las naciones busquen a Dios.

Podemos interpretar "tabernáculo" de dos maneras:

  • El linaje de David. Jesús, descendiente de David y heredero legítimo del trono de David, es quien reestableció el linaje real de David y ahora reina como Mesías.
  • El templo. El templo reemplazó al tabernáculo que David movió a Jerusalén. El Nuevo Testamento dice repetidamente que Jesús y todos los que están en él son el nuevo templo.

Los comentaristas están divididos, y no es urgente decidir entre las dos opciones. Tal vez la segunda opción es preferible por el verbo reedificar y las figuras arquitectónicas en la cita. El punto principal es que por medio de Jesús, la casa de David se ha reestablecido.

Y el propósito de Dios en restaurar la casa de David era «para que busque al Señor el resto de la humanidad, todas las naciones que llevan mi nombre.» (NVI).

En su mente Jacobo hizo unas conexiones lógicas:

  • Jesús ha cumplido la primera parte de la cita. La casa de David ha sido restaurada.
  • Entonces ahora es la época en que Dios quiere que los Gentiles, las naciones, lo busquen.
  • Así que el concilio no debe impedir con ritos como la circuncisión a los Gentiles que se están acercando a Cristo.

Las naciones llamadas por el nombre de Dios

Es fascinante observar que Jacobo menciona esta misma idea en otra parte de la Biblia también. Comparemos estos versículos:

  • «todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre» (dicho por Jacobo en Hechos 15.17)
  • «¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?» (escrito por Jacobo en Santiago 2.7)

El misterio de las cuatro prohibiciones del concilio

Jacobo recomienda, y el concilio adopta, cuatro prohibiciones que recomiendan a los Cristianos Gentiles, para no ofender a los Judíos:

  • lo contaminado por los ídolos (es decir, comer carne que ha sido sacrificada a los ídolos en los templos paganos)
  • la inmoralidad sexual (en particular, la palabra en este contexto se refiere a la práctica de tener relaciones con las prostitutas en los templos paganos. Entonces era un pecado público y religioso además de ser un pecado sexual)
  • (comer) la carne de animales estrangulados
  • la sangre (es decir, comer carne que todavía contiene sangre)

A primera vista parece una lista extraña. No hay mención de otras cosas escandalosas como el homicidio, el robo, etc. Pero hay la curiosa mención de tres prohibiciones acerca de la comida. En particular, algunos nuevos Cristianos hoy en día se preocupan, pensando que han pecado porque mucha carne se prepara hoy en día con la sangre todavía adentro.

Para ser breve, podemos resumir diciendo que estas cuatro cosas son las cosas que más ofendían y escandalizaban a los Judíos en cuanto a la conducta de los Gentiles, cosas que impedían que los Cristianos Judíos comieran a la misma mesa con los Cristianos Gentiles. Si los Gentiles pudieran comprometerse a no involucrarse en estas cuatro cosas, la unidad entre estos dos pueblos sería mucho más fácil de lograr.

Así que estas cuatro cosas no se tratan de prohibiciones universales para toda persona en todo lugar y en todo siglo. Se tratan de prohibiciones para que los Gentiles tomaran en consideración la sensibilidad de los Judíos, y promovieran la unidad y armonía entre ambos grupos en la iglesia.

Pablo en 1 Corintios 8 y 10 explica que el creyente tiene la libertad de comer carne sin preguntar si se ha sacrificado a los ídolos. Sin embargo, Pablo aclara que cuando hay un hermano presente que tiene una conciencia débil en esta área, el primer creyente debe abstener y no comer la carne, para no ofender al hermano. En esto Pablo concuerda perfectamente con la decisión de Jacobo y el concilio en Hechos 15. El principio para el Cristiano es, Tomar en consideración los escrúpulos y la conciencia de otras personas, y no participar en nada que tiene la posibilidad de lastimar la conciencia de ellos.

El dicho enigmático acerca de la lectura de los libros de Moisés en Hechos 15.21

El significado de las palabras de Jacobo en Hechos 15.21 es claro: hay Judíos en todas las ciudades del imperio romano que leen y predican las palabras de la ley de Moisés. El propósito de Jacobo en decir estas palabras no es tan claro:

  • Posiblemente es una palabra para apaciguar a los judaizantes: «La ley de Moisés no desaparecerá por culpa de esta decisión, porque Moisés se predica en todo lugar.»
  • Más probable es una palabra para los Gentiles: «Hay muchas personas a través del imperio que observan la ley de Moisés. Por esto es desconsiderado e imprudente practicar las cosas que más ofenden y escandalizan a todas estas personas.»

Los no autorizados vs. los amados

La carta del concilio no deja lugar a duda acerca del lado que se tomó.

  • Los judaizantes se describen en la carta como personas que han actuado sin la autorización de los líderes de Jerusalén, y personas que han "inquietado" y "alarmado" a los Cristianos Gentiles. Con estas palabras el concilio crea una distancia entre ellos y los judaizantes.
  • En cambio, Pablo y Bernabé se describen en la carta como "amados," y como personas que «han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo» (15.25-26). Con estos cumplidos el concilio demuestra su aprobación de Pablo y Bernabé.

«Al Espíritu Santo y a nosotros» en Hechos 15.28

¿Cómo supieron los miembros del concilio que el Espíritu Santo estaba de acuerdo con la decisión del concilio? La respuesta se encuentra en versículo 8. El Espíritu Santo había entrado a los Gentiles cuando Pedro visitó a Cornelio en Hechos 10. Y la llegada del Espíritu a ellos fue manifestada visiblemente por el don de lenguas. Así que el concilio pudo ver que el Espiritu estaba a favor de incluir a los Gentiles al pueblo de Dios sin la necesidad de la circuncisión y otras costumbres de los Judíos.

El modelo de liderazgo que vemos en Hechos 15

Varios comentaristas observan que los líderes eclesiásticos son impresionantes modelos en las áreas de ejercer liderazgo y tomar decisiones:

  • Los líderes en Antioquía no llegaron a conclusiones precipitadas acerca de la iglesia en Jerusalén cuando vinieron personas de Jerusalén con doctrina opuesta a la de Pablo y Bernabé. Tampoco tomaron para sí la autoridad para decidir sobre el asunto de la circuncisión. Al contrario, enviaron a Pablo y Bernabé para consultar con los líderes en Jerusalén.
  • Pablo y Bernabé no se jactaron de la conversión de los Gentiles como si ellos lo lograran, sino relataron a los hermanos lo que Dios había hecho por medio de ellos (versículos 4, 12). Su enfoque fue teo-céntrico, no ego-céntrico.
  • Los líderes en Jerusalén no silenciaron ni a Pablo ni a los Fariseos, sino convocaron un concilio para investigar el asunto imparcialmente.
  • Tanto Pedro (v. 10) como Jacobo (v. 19) como el concilio entero (v. 28) buscaban evitar imponer una carga innecesaria sobre los demás.
  • Aunque Pablo había reprendido a Pedro públicamente en Galacia (Gálatas 2), Pedro no usó esta ocasión para vengarse de Pablo. Su discurso apoyó por completo la posición de Pablo.
  • El argumento de Pedro se basó en su experiencia personal, la conversión de los Gentiles que él experimentó (en Hechos 10). Sin embargo, Jacobo buscó una justificación más allá de la experiencia personal, y contempló el testimonio de las Escrituras. Jacobo puso la palabra de Dios antes de la experiencia humana.
  • Jacobo estuvo abierto, y finalmente aceptó, una posición que probablemente iba en contra de sus instintos naturales. Jacobo fue conocido como un líder con raíces muy profundas en un Judaísmo conservador. Seguramente la idea de recibir a los Gentiles sin exigir que se circuncidaran fue una posibilidad nueva para Jacobo. Pero en lugar de cerrarse a nuevas ideas, Jacobo escuchó la voz de Dios y llegó a una conclusión diferente de lo que estaba acostumbrado.
  • Jacobo no se limitó a tomar una decisión sobre el asunto de la circuncisión. Jacobo vio más allá de la circuncisión y discernió que el asunto más profundo era la preservación de la unidad de la iglesia. Había dos culturas distintas, de Judíos y Gentiles, cada una con sus propias sensibilidades. Era esencial buscar la unidad para no fracturar la iglesia en dos. Jacobo les dio cuatro exhortaciones a los Gentiles para enfrentar este problema. Estas exhortaciones traían equilibrio entre los Judíos y los Gentiles. Los Gentiles ganaban la libertad de no ser circuncidados, pero también tenían que aprender la consideración cultural, aprender a tomar en cuenta la conciencia de los Judíos.
  • El concilio llegó a un consenso, según versículos 22 y 25. Hicieron lo necesario para mantener la unidad y evitar la división, a pesar de que era un tema delicado y controversial.
  • El concilio envió hombres de confianza y liderazgo para acompañar a Pablo y Bernabé, y confirmar el mensaje de la carta con su testimonio personal.

Los personajes en el capítulo

Lo que sigue es una lista completa de los personajes, aparte de Dios, que aparecen en Hechos 15.1-35:

Los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia (1, 23, 32, 33)
Los que llegaron de Jerusalén para agitar a los hermanos de Antioquía (1, 24)
Moisés (1, 5, 21)
Pablo y Bernabé (2, 12, 22, 25, 35)
Los apóstoles y ancianos de Jerusalén (2, 4, 7, 22, 23)
Los hermanos de Fenicia y Samaria (3)
Los Gentiles (3, 7, 12, 14, 17, 19)
La iglesia o asamblea en Jerusalén (4, 12)
Fariseos creyentes (5)
Simón Pedro (7, 14)
"Nuestros padres" (10)
Jacobo (13)
Los profetas (15)
David (16)
Judas Barsabás y Silas (22, 27, 32)
Muchos otros en Antioquía (35)

Los temas mencionados en el capítulo

La actividad de Dios (4, 8, 12, 14, 17)
La bendición de paz (34)
El buscar a Dios (17, 19)
La carga pesada (de la ley) (10, 19, 28)
La circuncisión (1, 5)
La comida contaminada por los ídolos (20, 29)
La comida de animales estragulados (20, 29)
La comida que lleva sangre (20, 29)
El conocimiento sobrenatural de Dios (8)
La consolación (31, 32)
La conversión (3)
La elección (7)
El Espíritu Santo (8, 28)
El evangelio (7)
El exponer la vida a riesgo (26)
La fe (7, 9)
El gozo (3, 31)
La gracia (11)
La imparcialidad de Dios (9)
La inmoralidad sexual (20, 29)
La ley de Moisés (5, 21)
Los milagros (12)
El nombre de Dios (17, 26)
La palabra de Dios (35)
La predicación y la lectura (21, 35)
El probar a Dios (10)
La profecía (15, 18, 32)
El pueblo de Dios (14)
La purificación (9)
El sábado (21)
La salvación (1, 11)
Las sinagogas (21)
El tabernáculo y su recnstrucción (16)
La visitación divina (14)