Antes de estudiar el texto, el predicador necesita identificar dónde se empieza y dónde se termina el texto bíblico que va a estudiar. |
Algunos textos son fáciles de identificar, por ejemplo, una narrativa de un milagro de Jesús, o un discurso de Pedro en Hechos. Pero otros textos son más dificiles de identificar. Hay tres formas de identificar el inicio y la conclusión de tu texto: |
1. Indicaciones del inicio de un nuevo texto- Donde la conclusión del texto anterior es clara
- Donde hay un cambio de tema (p. ejemplo, el tema cambió del dinero a la segunda venida. Muchas veces se anuncia con una fórmula como “Y ahora acerca de...” o “No quiero que ignoréis...”)
- Donde hay un cambio de género (p. ej., de exposición a exhortación, o de narrativa a discurso)
- Donde hay cambio de oidores (p. ej., Jesús estaba hablando a la multitud, pero ahora habla con sus discípulos)
- Donde hay un cambio de lugar (p. ej., antes estuvieron en Listra, ahora están en Derbe)
- Donde hay un cambio de tiempo (p. ej., “el siguiente día”)
- A veces el autor envuelve una sección con un inclusio (p. ej., Hebreos 3.6 y 3.14)
- Donde hay un cambio gramatical notable (p. ej., cuando el autor ha escrito de largo acerca de “ellos”, y de repente se dirige a los lectores y comienza hablar de “vosotros”)
|
2. Indicaciones de la conclusión de un texto- Donde el inicio del siguiente texto es claro
- Donde hay resolución de un conflicto en una narrativa (la persona se sanó y la multitud reaccionó)
- Donde hay un resumen o frase para concluir (muchas veces es una exhortación)
|
3. Indicaciones de la coherencia interna de un texto- Donde se ve que el texto se trata del mismo tema, es el mismo género, con el mismo estilo literario
|