El arrepentimiento en LamentacionesLamentaciones 3.21-33 exhortan a los oidores a una variedad de acciones que expresan el arrepentimiento: esperar (3.25), buscar (3.25), esperar en silencio (3.26), llevar el yugo (3.27), sentarse solo (3.28), callarse (3.28), poner la boca en el polvo (3.29), dar la mejilla al que lo hiere (3.30), y ser colmado de afrentas (3.30). Fuente: DOTWPW, 405. |
La confesión de pecados en LamentacionesJudá confiesa sus pecados varias veces en Lamentaciones (1.8–9, 1.18, 1.20; 3.40–42; 4.12–13; 5.7, 5.16). Fuente: DBI, 485. |
La gracia en LamentacionesLamentaciones 3.21-33 usa varios sinónimos para la gracia de Dios: misericordia (hesed, 3.22, 3.32), misericordias (rahamim, 3.22, 3.32), fidelidad (3.23), bondad (3.25, 26, 27), salvación (3.26). Fuente: DOTWPW, 405. |
La ira de Dios / Dios como guerrero en LamentacionesLa ira de Dios es un tema importante en Lamentaciones (1.12, 2.1–9, 2.20–22, 3.1–18; 4.6, 4.11). Dios se presenta como un guerrero divino que pelea contra su pueblo en Lamentaciones 2.4-5: "Tensó su arco como un enemigo, afirmó su mano derecha como un adversario, y destruyó cuanto era hermoso. En la tienda de la hija de Sión derramó como fuego su enojo. El Señor se volvió enemigo y destruyó a Israel, destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento."Fuente: Dillard y Longman, 311-312, NDBT. Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998). |
El luto en LamentacionesLamentaciones 2.10 y 2.18-19 son catálogos de las típicas expresiones de luto en el mundo antiguo: sentarse en la tierra, callarse, echar polvo sobre la cabeza, vestirse con ropas ásperas, bajar la cabeza hasta la tierra, clamar, no descansar, dar voces en la noche, alzar las manos. Fuente: DOTWPW, 405. |
Las naciones en LamentacionesUno de los temas en Lamentaciones es la queja de Judá acerca del maltrato que ha recibido de parte de las naciones (1.2–3, 1.5, 1.10; 3.52–54, 3.60–63, 4.18–20). Judá maldice a las naciones que la destruyeron (1.21-22, 3.59-66), particularmente Edóm (4.21-22). DBI, 485. |
El pecado en LamentacionesEl autor de Lamentaciones reconoce que la destrucción de Jerusalén no fue por algún capricho de parte de Dios, sino que Dios la permitió por causa del pecado del pueblo de Dios (1.5, 1.8-9, 1.18, 2.14, 2.17, 3.40-42, 4.13, 4.22, 5.7). Fuente: DTIB, 427, NDBT. |
El silencio de Dios en LamentacionesNunca escuchamos la voz de Dios en el libro de Lamentaciones. El autor clama a Dios en su angustia, pidiendo su ayuda (1.9–11, 1.20, 2.18–20, 3.55–59, 5.1, 5.20–21), pero Dios se mantiene callado. Nunca responde. Fuente: DTIB, 427, DBI, 485. |