http://articulos.giffmex.org > ministerio > liturgia

Estoy de acuerdo con Juan Carlos Ortiz: los cantos “prestados” (escritos por otros y usados en himnarios o en pantallas) son buenos hasta cierto punto, pero lo ideal es que compongamos nuestros propios cantos (Discípulo, 90). María, Simeón y Ana son ejemplos bíblicos para nosotros.