En base a estos textos, W. Wrede desarrolló su teoría del "Secreto Mesiánico" en Marcos. Wrede dijo que Jesús no habló de ser el Mesías. Más bien, fue la iglesia primitiva que proclamó a Jesús como Mesías. Pero cuando otros que habían conocido a Jesús preguntaron por qué no habló de ser Mesías, la iglesia tuvo que inventar la mentira que Jesús guardó su identidad como secreto durante su vida terrenal. Según esta teoría de Wrede, Marcos inventó los textos en la tabla arriba para promover la idea que Jesús era el Mesías, pero que no quiso divulgar esta información abiertamente. Creer la teoría de Wrede requiere aceptar que hay mentiras en la Biblia. Una mejor explicación de estos textos, más fácil y más fiel al texto bíblico, es esta: Jesús durante su ministerio terrenal necesitaba ser discreto en cuanto a su identidad mesiánica por dos razones: Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998)1.25 Entonces Jesús lo reprendió, diciendo: - ¡Cállate y sal de él! 1.34 Y sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque lo conocían. 1.43-45 Entonces lo despidió en seguida, y le ordenó estrictamente: - Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. Pero, al salir, comenzó a publicar y a divulgar mucho el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes. 3.11-12 Y los espíritus impuros, al verlo, se postraban delante de él y gritaban: - ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero él los reprendía para que no lo descubrieran. 5.43 Pero él les insistió en que nadie lo supiera, y dijo que dieran de comer a la niña. 7.24 Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Entró en una casa, y no quería que nadie lo supiera; pero no pudo esconderse. 7.36 Y les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. 8.26 Jesús lo envió a su casa, diciendo: - No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. 8.30 Pero él les mandó que no dijeran esto de él a nadie. 9.9 Mientras descendían del monte, les mandó que a nadie dijeran lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado de los muertos. 9.30-31 Saliendo de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiera, pues enseñaba a sus discípulos, y les decía: - El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y lo matarán; pero, después de muerto, resucitará al tercer día.