Pablo habla del personaje que él llama "el hombre de pecado" y "el hijo de perdición" únicamente en 2 Tesalonicenses 2.1-12. Vemos en 2 Tesalonicenses 2 que hay por lo menos dos sucesos que tienen que ocurrir antes de la segunda venida de Jesucristo: El hombre de pecado en 2 Tesalonicenses 2 es un contraste intencional con Cristo: Fuente: Ridderbos, 514-515. El hombre de pecado no es Satanás, porque 2 Tesalonicenses 2.9 dice que recibe su poder de Satanás. Son distintos. Según Ridderbos, 512-513, el Judaísmo no tenía un concepto definido de un figura escatológica, poderosa, y antimesiánica antes del desarrollo de la idea en círculos cristianos. Hay descripciones borrosas de un antagonista escatológico en 4 Esdras 5-6 y La asunción de Moisés capítulo 8. Pero estos personajes no pretenden ser el Mesías. La figura del hombre de pecado en 2 Tesalonicenses se puede conectar con: Ridderbos (516) argumenta en contra de los que dicen que el hombre de pecado en 2 Tesalonicenses no es un hombre de verdad. Sin embargo, Ridderbos ve a este hombre como algo más que un individuo. Pablo tiene un concepto corporativo o colectivo del hombre de pecado, similar a la unión entre Cristo y su pueblo. Todos los anticristos están concentrados en el hombre de Pecado. Han habido muchas teorías acerca de la persona o fuerza que restringe al hombre de pecado. Ridderbos, 525, propone que Pablo piensa en un ángel como Miguel en Daniel 11, o el ángel en Apocalipsis 20.2, que detiene la venida del hombre de pecado. Me parece más convincente que las otras teorías (ve nuestro recurso sobre 2 Tesalonicenses para más información sobre las teorías).