Juan Stott menciona cinco tensiones en la predicación
- Un buen sermón debe ser bíblico (debe ser fiel a los documentos antiguos) pero también contemporáneo (debe ser relevante a las situaciones que enfrentamos en la actualidad)
- Un buen sermón debe ser autoritario (como es digno de una palabra que viene del Señor), pero también tentativo (como es digno de una palabra interpretada por un pastor finito y falible)
- Un buen sermón debe tener un lado profético (incomodando a los desobedientes), pero también un lado pastoral (consolando a los que sufren)
- Un buen sermón debe ser dotado (predicado usando los dones que el predicador tiene) pero erudito (predicado después de estudiar bien el texto)
- Un buen sermón debe ser pensativo (predicado después del uso cuidadoso de la reflexión y el intelecto), pero también apasionado (predicado con pasión y fervor)
Fuente: un resumen de Stott, The Living Church, capítulo 6.