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6:6-11Mira la hormiga, perezoso,
observa sus caminos y sé sabio:
Ella, sin tener capitán, gobernador ni señor,
prepara en el verano su comida,
recoge en el tiempo de la siega su sustento.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás del sueño?
Un poco de sueño,
dormitar otro poco,
y otro poco descansar mano sobre mano:
así te llegará la miseria como un vagabundo,
la pobreza como un hombre armado.
10:4-5La mano negligente empobrece,
pero la mano de los diligentes enriquece.
El que recoge en verano es hombre sensato,
pero el que duerme en tiempo de siega, avergüenza.
10:26Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos,
así es el perezoso para quienes lo envían.
12:11El que labra sus tierras se saciará de pan,
pero el que se une a vagabundos carece de entendimiento.
12:24La mano de los diligentes dominará,
pero la negligencia será tributaria.
12:27El indolente ni aun asará lo que ha cazado;
¡precioso bien del hombre es la diligencia!
13:4El perezoso desea y nada alcanza,
mas los diligentes serán prosperados.
14:4Sin bueyes, el granero está vacío;
por la fuerza del buey hay abundancia de pan.
14:23 (NIV)Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse sólo en palabras lleva a la pobreza.
15:19El camino del perezoso es como un seto de espinos;
la vereda de los rectos, como una calzada.
16:26El ansia del que trabaja, trabaja para él:
su boca lo estimula.
18:9El que es negligente en su trabajo
es hermano del hombre destructor.
19:15La pereza hace caer en profundo sueño
y la persona negligente padecerá hambre.
19:24El perezoso mete su mano en el plato,
pero ni aun es capaz de llevársela a la boca.
20:4El perezoso no ara a causa del invierno;
luego, cuando llegue la siega, pedirá y no hallará.
20:13No ames el sueño, para no empobrecerte;
abre tus ojos y te saciarás de pan.
21:25-26 (NVI)La codicia del perezoso lo lleva a la muerte,
porque sus manos se niegan a trabajar;
todo el día se lo pasa codiciando,
pero el justo da con generosidad.
22:13Dice el perezoso: «Ahí fuera hay un león: me matará en la calle».
22:29¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo?
Delante de los reyes estará,
no delante de gente de baja condición.
24:10Si flaqueas en día de adversidad,
tu fuerza quedará reducida.
24:30-34Pasé junto al campo del hombre perezoso,
junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
y vi que por toda ella habían crecido los espinos,
ortigas habían cubierto la tierra
y la cerca de piedra ya estaba derribada.
Miré, y lo medité en mi corazón;
lo vi, y aprendí la lección:
Un poco de sueño,
dormitar otro poco
y otro poco descansar mano sobre mano:
así te llegará la miseria como un vagabundo,
la pobreza como un hombre armado.
25:26Como fuente turbia y manantial sucio
es el justo que vacila ante el malvado.
26:13-16Dice el perezoso:
«¡Hay un león en el camino! ¡Un león está en las calles!»
Como la puerta gira sobre sus quicios,
así el perezoso se vuelve en su cama.
Mete el perezoso su mano en el plato,
pero le cansa llevársela a la boca.
En su propia opinión,
el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar.
28:19El que cultiva su tierra se saciará de pan,
pero el que sigue a los ociosos se colmará de pobreza.

Fuente: estudio personal del autor. Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998).