La estructura de Santiago 2.14-26 Jacobo repite su punto principal tres veces, para que no haya duda acerca de su mensaje: La palabra "obras" significa cualquier acto de obediencia a Dios y su ley. Habla de la conducta cristiana. Otros sinónimos serían hechos o acciones. Según Moo, las traducciones como la Reina Valera oscurecen la interpretación de la segunda pregunta en v. 14. La pregunta no es si la fe en sí puede salvarle. La pregunta es si el tipo de fe mencionada en la pregunta anterior puede salvarle. Y la presencia del partículo griego "me" indica que Jacobo asume una respuesta negativa: "No, ese tipo de fe falsa no puede salvarle." La palabra "salvarle" en v. 14 no se refiere a una salvación de una prueba terrenal, como cuando un equipo rescata a un niño de un edificio a punto de colapsarse. Se refiiere a la salvación del ser humano de sus pecados. Es importante notar que v. 14 no pregunta qué provecho hay cuando tenemos fe pero no tenemos obras. Jacobo pregunta qué provecho hay en decir que tenemos fe cuando no tenemos obras. En los versículos que siguen, llega a ser evidente que Jacobo no cree que una fe verdadera puede existir aparte de las obras. La ilustración en v. 15-16 de no ayudar a los pobres se conecta con la sección anterior (2.1-13), donde Jacobo condena el favoritismo que prefiere recibir a los ricos con gusto cuando llegan al culto, y menosprecia a los pobres que llegan al culto. Es evidente que la ayuda para los necesitados es una de las obras más importantes que Jacobo quiere ver en sus destinatarios. Sin embargo, no debemos pensar que la ayuda a los necesitados es el punto principal de versículos 15-17. En realidad, versículos 15 y 16 son una ilustración que prepara al lector para entender el punto principal en v. 17: la fe es como un necesitado que necesitamos alimentar y abrigar con las buenas obras, o si no, morirá de hambre y frío. Las palabras "Id en paz" (ὑπάγετε ἐν εἰρήνῃ) en v. 16 representan una típica despedida judía: shalom. El problema en v. 15-16 es que en lugar de alimentar y vestir al hombre, la persona habla bonito y usa la bendición religiosa como sustituto. El que habla en versículos 1516 dice "Que Dios te dé lo que necesitas" en lugar de darle lo que necesita. Es una declaración vacía, y Jacobo dirá que la declaración "Yo tengo fe" es una declaración igualmente vacía si no hay obras. Versículos 18 y 19 usan una técnica retórica llamada una "diatriba," una conversación con un adversario imaginario que hace preguntas o levanta objeciones. Hay dificultad en discernir hasta donde se extiende la cita de la persona en v. 18. Algunos dicen, por ejemplo, que la cita incluye todo el contenido de versículos 18 y 19, y que es una cita de alguien con quien Jacobo está de acuerdo. El presente autor, en cambio, toma la posición que la cita sólo incluye las palabras "Tú tienes fe, y yo tengo obras," las palabras de un adversario imaginario, y el resto del versículo es parte de la respuesta de Jacobo a este adversario. La frase que el adversario dice en v. 18, "Tú tienes fe, y yo tengo obras," podría confundir al novato. No son palabras de Jacobo al adversario, diciendo que su adversario tiene fe, y él mismo tiene obras. Pero tampoco es son las palabras del adversario diciendo que Jacobo tiene fe y él mismo tiene obras. Moo y Kistemaker afirman que estas sí son palabras del adversario, pero su punto no es para identificar quién tiene qué cualidad. Es como una expresión general. Nuestra paráfrasis sería esta: "Pues, uno tiene fe, otro tiene obras, ¿qué importa?" - con la implicación de que no importa quién tiene qué cualidad, porque ambas son igualmente aceptadas por Dios. Así que según esta objeción, uno puede tener fe sin obras y no será afectado adversamente. Jacobo responde a esta objeción de su adversario imaginario con un reto en vv. 18-19. Mi paráfrasis: "Dame evidencia que tienes fe sin obras, si crees que puedes. No creo que puedas. Pero yo sí puedo probar que tengo fe por medio de mis obras." En v. 19 Jacobo dice que una fe sin obras no es mejor que la fe de los demonios, que tienen toda su teología correcta, pero rehusan someterse a Dios. Hasta la fe sin obras podría resultar peor que la "fe" de los demonios, porque por lo menos ellos tiemblan al pensar en Dios. El monoteísmo, la doctrina de la existencia de un solo Dios, era la distinción principal que separaba los Judíos de los paganos en el mundo antiguo. Los Judíos repiten el Shema de Deuteronomio 6.4 que enseña el monoteísmo. Pero Jacobo dice que ser monoteísta no nos da ventaja sobre el diablo si no practicamos nuestra fe de manera concreta. Por extensión, un predicador hoy en día podría aplicar este versículo diciendo que creer en una confesión de fe, o un catecismo, o saber mucha teología, no nos ayuda si no ponemos en práctica lo que creemos. Los ejemplos de Abraham (vv. 20-24) y Rahab (v. 25) son contrastes, porque Abraham y Rahab son de los dos extremos del espectro social: La pregunta "¿quieres saber...que la fe sin obras está muerta?" en v. 20 puede entenderse como "¿quieres pruebas? ¿quieres evidencia? ¿quieres que te convenza de esto?" En versículo 20 los manuscritos que la Reina Valera 1960 usó son inferiores. La Reina Valera 1960 y la de 1995 tienen que la fe sin obras es "muerta." Pero la NVI sigue los manuscritos más confiables, y pone que la fe sin obras "es estéril." La palabra griega en estos manuscritos es "argos," literalmente, "el que no trabaja." Moo, 132, dice que Jesús usa este adjetivo en Mateo 20.3 y 20.6 para hablar de los obreros que todavía estaban esperando en la plaza "desocupados." Hay un juego de palabras en v. 20 que no se puede traducir al español. La palabra para obras es "erga". Y la palabra para estéril es "argos." Así que Jacobo dice, "¿Quieres evidencia de que la fe sin erga es argos?" Moo, 133, observa que 1 Macabeos 2.51-52 tiene muchos paralelos con Santiago 2.20-24. Muchos estudiantes de la Biblia han notado algunas aparentes contradicciones verbales entre Santiago 2.21-26 y las cartas de Pablo: Hay varias maneras en que podemos ver que Santiago 2 no contradice las enseñanzas de Pablo: Jacobo no es el único escritor del Nuevo Testamento que enfrentó este abuso de la gracia de Dios para justificar una vida de maldad. Hay otro juego de palabras en v. 22 en griego: "la fe actuó juntamente con sus obras" es literalmente "la fe obró juntamente con sus obras." (Moo, 136) Es decir, su fe y sus obras colaboraron juntos. Cuando versículo 22 dice que "la fe se perfeccionó por las obras," quiere decir que la fe se hace visible, se expresa visiblemente, se manifiesta, a través de las obras. Es similar a 1 Juan 4.12, donde el Dios invisible se hace visible a través de los actos de amor de su pueblo: "Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros." Normalmente cuando leemos en la Biblia acerca del cumplimiento de una Escritura, pensamos en las profecías que se cumplen. Pero versículo 23 usa el lenguaje de cumplir las Escrituras en otro sentido: La idea que Abraham fue llamado 'amigo' de Dios se encuentra en estos versículos: En versículo 24 Jacobo termina su conversación su adversario imaginario, y regresa a la segunda persona plural ("ustedes" o "vosotros"), para dirigirse a sus destinatarios. Moo, 142, nota el parallelismo entre las expresiones de v. 21 acerca de Abraham, y las expresiones en v. 25 acerca de Rahab: La historia de Rahab se encuentra en Josué 2. Cuando leemos versículo 26, no debemos intentar conectar "fe" y "obras" con "cuerpo" y "espíritu," o vice versa. La ilustración no funciona de esa manera. La comparación es simplemente que cuando el cuerpo y el espíritu se separan, la persona muere. De la misma manera, la fe, separada de las obras, es muerta. No es una fe viva o verdadera. Nuestra declaración de tener fe es nada más una expresión falsa y muerta si nuestra fe no produce obras. Aquí está una liga a un sermón que escribí sobre este texto: http://articulos.giffmex.org/santiago/sermon.stgo.2.14-26.pdf Simon J. Kistemaker, New Testament Commentary: James and I-III John. (Grand Rapids: Baker, 1986); Ralph P. Martin, Word Biblical Commentary, Vol. 48: James. (Waco, TX: Word, 1988); Douglas J. Moo, The Pillar New Testament Commentary: The Letter of James. (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 2000). Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998).