Las siguientes ocho cartas del Nuevo Testamento son consideradas "cartas generales" o "cartas universales". Esto significa que estas cartas fueron escritas o a un público amplio o a destinatarios que desconocemos, en contraste con las cartas de Pablo, que fueron dirigidas a iglesias particulares (los Romanos, los Corintios, etc). Algunos dicen que Hebreos no debe ser considerado una carta general porque fue dirigia a una iglesia de Hebreos (Cristianos Judíos). Pero en verdad solo Santiago y 1 Pedro fueron escritas para un público amplio, según el primer versículo de estos libros. Las demás cartas fueron escritas a personas o iglesias específicas y responden a situaciones específicas. Así que el nombre "cartas generales" no es la mejor descripción de esta colección de cartas. Por su lugar en el canon del Nuevo Testamento, parecen más bien "las cartas no paulinas" o "las cartas que no fueron escritas por Pablo".